jueves, 21 de febrero de 2013

RELACIONES FAMILIARES TEST


                       “En el fondo son las relaciones con las personas
                                      lo que da valor a la vida”

                                       (Guillermo Von Humboldt)


Uno de los pilares básicos en los que se apoya la felicidad humana es el de las relaciones con los semejantes, muy especialmente con quienes constituyen la familia. ¿Estás tú preparado para disfrutar del contacto con ellos?

Este test evalúa qué probabilidades tienes de obtener satisfacción en los encuentros con tu familia.

Contesta con el corazón, de forma rápida, y sin buscar respuestas correctas, no las hay.




  1. Tú dirías que los enfados e insatisfacciones vividos en la familia:


1. Los tienes en la memoria pero ya no te duelen

2. Debes olvidarlos cuanto antes

3. Algún día te darán la razón sobre lo que pasó


  1. Puestos a ser realistas, si estáis juntos:

1. A veces lo pasareis bien al unísono, otras cada uno a su manera

2. Estando juntos o lo pasas bien tú o lo pasan bien ellos

3. Ellos pueden disfrutar con sus cosas, tú con las tuyas


  1. Si tus padres o suegros te dicen cómo debes tratar a tu pareja


1. Agradeces el consejo pero les dices que ya tienes tu forma de hacer las cosas

2. Les das la razón para que se queden contentos. Total por unos días.

3. Sonríes, quedas bien, pero no te pronuncias.


  1. Opinas que lo ideal es:


1. Disfrutar de la familia de tu pareja pero sin confundirla con la tuya

2. Considerar a la familia política como propia

3. Hacer los esfuerzos necesarios para que tu pareja disfrute de su familia


E.     De tu infancia y juventud recuerdas:


1. Muchos momentos en los que disfrutabas haciendo cosas en común

2. Era necesario no estar con ellos para poder divertirte

3. Salvo en honrosas ocasiones, diversión y familia eran cosas antagónicas


F.      Para estar con tus padres de vacaciones, la presencia de otros familiares (hermanos, cuñados...) es algo que:


1.  Incrementa las posibilidades de pasarlo bien

2.  Lo que faltaba para estropear el día

3. Complica la situación


  1. Tu forma de disfrutar del ocio es:


1.  Básicamente igual que la tu familia

2. Absolutamente distinta a la de ellos

3. Distinta, salvo en algunas cosas


  1. Dejarías que tu madre te hiciera la maleta para irte de viaje:


1. No. Como mucho que me aconsejase

2. Nunca. O tal vez dejaría que la hiciese y luego la vuelvo a hacer a mi gusto

3. La hago yo, pero dejo que le eche un vistazo para que se quede tranquila


  1. Si tu familia y la de tu pareja coinciden en tu presencia:


1. Procuras sacar temas de interés común y disfrutas lo que se pueda

2. “Rezas” para que el tiempo pase pronto

3. Te lo tomas como algo inevitable


  1. Estás en la playa con la familia, ellos se empeñan en comer una de esas horribles paellas en aquel viejo chiringuito, qué haces:


1. Accedes, pero a condición de ir el próximo día a ese coqueto restaurante que tanto te gustó

2. Defiendes tus preferencias y te vas a comer donde a ti te gusta

3. Comerte la paella, al menos ellos estarán contentos


  1. Llega tu hermano / a con su pareja y los maleducados de sus niños:


1. Les dejas claro dónde y a qué  pueden jugar y dónde, y a que no. ¡Vaya experiencia sufriste la última vez!

2. Ni les dejas moverse.

3. Soportas un rato y luego pones una disculpa para que la visita sea breve.



L.     A cuál de estas opiniones te suscribirías:


1. Es una suerte tener la familia que tengo

2. Más vale que me hubiera tocado otra

3. No existen las familias ideales




Mayoría de 1:

¡Enhorabuena! Si has elegido mayoritariamente la opción 1 muy posiblemente eres una persona capaz de disfrutar del encuentro con la familia.

Parece que reúnes muchos de los requisitos para un encuentro gozoso con tus seres más allegados: No tener excesivas “cuentas pendientes” con ellos, experiencias previas de ocio compartido que resultaron agradables, un importante grado de asertividad, no confundir los distintos roles familiares (los suegros o los cuñados pueden ser figuras afectivas importantes pero nunca deber confundirse con padres o hermanos). Si además  compartes con ellos algunas aficiones y eres firme pero cálido a la hora de resolver fricciones y situaciones comprometidas, puedes disfrutar y mucho del contacto con ellos. Su compañía puede añadir satisfacción a tus vacaciones.


Mayoría de 2:

Si has elegido principalmente la opción 2, pudieras ser de esas personas  faltos de asertividad, es decir, que o bien no son capaces de defender las ideas propias  o no saben escuchar ni respetar las de los demás. También es posible que tengas una amarga experiencia de relación familiar y te sientas demasiado distinto y distante de ellos, con pocos o ningún recuerdo de momentos felices de ocio compartido. Todo ésto forma un conjunto suficiente para que el contacto con tu familia se convierta en un suplicio para ti más que en una fuente de satisfacción. De no hacer nada para cambiar este estado de cosas te verás fácilmente abocado a sufrir o a eludir permanentemente este tipo de relación.

Podría ser interesante que revisaras, sólo o con ayuda, no necesariamente profesional, tu enfoque del pasado, los conflictos pendientes de resolución y la forma de entender y resolver situaciones conflictivas o simplemente desagradables. El trabajo es duro y largo, pero la recompensa enorme, además los logros alcanzados en este trabajo se extrapolan con facilidad y beneficio a las relaciones de pareja y amistad.

No te resignes a no disfrutar del contacto familiar.


Mayoría de 3:

Si has elegido mayoritariamente la última opción o bien una mezcla de las tres sin que ninguna predomine, seguramente tienes una capacidad moderada de disfrutar del contacto familiar.

Puede ser conveniente que mejores tu facilidad para relajarte y disfrutar de aquellos aspectos que pueden ser satisfactorios en esta clase de relación humana. Recordar el pasado, compartir el día a día, hablar de otros familiares, disfrutar de comidas, fines de semana o de unas jornadas de vacaciones, son situaciones potencialmente agradables, pero tal vez en tu caso no eres capaz de sacar provecho a todas ellas. Deberías abstenerte de participar, o al menos disminuir la frecuencia, en aquellas que no son de tu agrado, hasta no ser capaz de resolver los asuntos emocionales pendientes que te incapacitan para disfrutar de manera plena. Más vale que mantengas poco contacto pero de calidad, que no someterte a situaciones que no son satisfactorias y por tanto potencialmente conflictivas.

Al final de este test encontrarás consejos para mejorar tu capacidad de disfrute familiar.


CONSEJOS DEL EXPERTO


Para maximizar tu bienestar en los encuentros familiares podrían venirte bien estos sencillos consejos.

  •  No esperes que ocurra nada que no sucedió ya en anteriores ocasiones.

  • No te obligues a hacer, ni a dejar de hacer, las expresiones físicas de afecto que broten de tus entrañas.

  • Si empiezas a sentirte incómodo es preferible que abandones la escena en lugar de obligarte a estar en ella.

  • Si planificas viajes o vacaciones familiares no estés tanto tiempo como creas que pueda resultarte agradable, sino por un periodo ligeramente inferior.

  • Procura respetar, si no te resultan fuertemente desagradables, lo que constituyan ritos familiares fijos. Este consejo es especialmente importante con la familia de tu pareja.

ESTEBAN CAÑAMARES
PSICÓLOGO CLÍNICO Y SEXÓLOGO
Madrid

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