jueves, 7 de marzo de 2013

DEPENDER DE LOS DEMÁS

Tal vez tú seas de esas personas que siempre están actuando en función de lo que los demás quieren, que se dejan llevar a la hora de opinar, que necesitan a los demás en cualquier circunstancia y que no pueden hacer nada en contra de la opinión de alguien.

Esta dependencia exagerada, que no es útil para quien la padece ni a corto ni a largo plazo y que facilita enormemente que a lo largo de la vida aparezcan desalmados dispuestos a aprovecharse de esta dependencia, puede tener varias causas, aquí están algunas de ellas.

MIEDO AL RECHAZO

Es tan dura la soledad extrema y no deseada, tan catastrófico para la psicología de un ser humano el que le expulsen de un grupo, tan doloroso el que "una vez más no me sienta aceptado", que muchas personas evitan todo esto haciéndose tremendamente dependientes de los demás, no llevándoles la contraria, actuando para agradarles, mimetizándose y opinando como ellos, dejándose llevar, cualquier cosa antes que correr el temido peligro de ser rechazados.

No saben (lo primero porque generalmente desconocen este miedo al rechazo) que a la larga este comportamiento solo sirve para aumentar sus problemas, y que sería mucho más eficaz el soportar temporalmente una cierta soledad y admitir que a veces podemos sufrir el rechazo de otras personas con tal de desarrollar nuestra propia forma de ser y esperar a encontrar personas que la compartan, o al menos la respeten y nos acepten sin condiciones.

MODELO DE ESE TIPO

Otra causa, o al menos algo que facilita esta dependencia de los demás, es el haber tenido en la infancia, generalmente en tu madre, el modelo de una persona con este tipo de dependencia de los demás, que automáticamente has podido copiar.

Poder pegarte a otros modelos de comportamiento más autónomo y separarte de tu madre, no en sentido afectivo sino en cuanto al desarrollo de criterios propios es sencillamente esencial si esta es la causa de tu dependencia.

VENTAJAS QUE REPORTA LA DEPENDENCIA

Algunas personas, de niños, obtenían ventajas de ser especialmente obedientes, pasivos, de dejarse llevar, seguramente porque dadas las circunstancias en que se criaron esto era una táctica imprescindible para ellos, para obtener un mínimo de cariño o de seguridad. Tan valiosa fue en su momento esta forma de funcionar que conscientemente o no la siguen aplicando incluso aunque actualmente ya no tenga ningún sentido ni utilidad. Puede haber incluso algunas ventajas de esta forma dependiente de ser en el presente, tal como no tener que tomar decisiones, con lo que les cuesta aún más trabajo abandonar su vieja estrategia.

Revisar el pasado y estar dispuesto a perder lo que de rentable tenga esta forma de ser, es esencial.

FUERTE COMPLEJO DE NO VALERSE POR SI MISMO

El haber recibido desde niños constantes mensajes del tipo "no vales para nada" generalmente motivados en realidad por intereses egoístas de quienes lo lanzaban y el no haber permitido que tuvieras experiencias en las que realmente te hayas enfrentado con éxito a la vida, pueden haber terminado por producir una exagerada necesidad de depender de los demás.

Analizar estas cosas y una experiencia gradual te resulta imprescindible.



La explicación popular que solemos oír con frecuencia para estos casos de dependencia es la de que "Es que no tiene personalidad", pero esto realmente no tiene sentido, pues por definición todos tenemos un estilo de funcionamiento, solo que en este caso el funcionamiento consiste en depender de los demás, algunas explicaciones de por qué ya te las hemos dado.


 Procura ser tú mismo, el que algunas personas no te apoyen en tu forma de actuar no significa que vayas a estar solo.

 SI RECONOCES QUE DEPENDES MUCHO DE LOS DEMÁS:

. Observa en qué tipo de circunstancias te ocurre más, con qué tipo de personas, en qué clase de temas, y qué es lo que sientes cuando imaginas actuar de otra forma, estas observaciones te pueden dar importantes pistas del porqué de tu comportamiento.

. No pierdas de vista que el principal obstáculo para cambiar no está en los demás, sino en ti misma, aunque seguramente cuando tú cambies y te hagas más autónoma algunas personas de las que te rodean se resistirán al cambio pues te eligieron porque podían influir fácilmente en ti.

. Realiza pequeños experimentos, juega en algunos momentos y en algunos ambientes a ser rabiosamente tú misma, a no depender de los otros, poco a poco le irás cogiendo el gusto y generalizando esta conducta.

ESTEBAN CAÑAMARES
PSICÓLOGO CLÍNICO Y SEXÓLOGO
PROFESOR HONORARIO DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA
MADRID
COLEGIADO M-09659
www.epecpsicologos.com

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