miércoles, 8 de mayo de 2013

SOY O NO SOY LESBIANA

Esteban Cañamares, Psicólogo Clínico y Sexólogo, Colegiado M-09659, identificable en el Colegio de Psicólogos de Madrid y en su página Web www.epecpsicologos.com te da la oportunidad de acercarte a la psicología y a la sexología de manera seria, evitando el intrusismo profesional, hacer preguntas y leer mini-artículos sobre temas que pueden interesarte. Se compromete a contestar a tus preguntas o comentarios, con absoluta confidencialidad,  si los remites a epecpsicologos@hotmail.com. También puedes hacer tus comentarios o tus preguntas de manera pública en esta página.

No es nada infrecuente el caso de una mujer joven aunque ya no adolescente, que tiene en secreto la duda de si es o no homosexual, de si sus deseos se dirigen hacia los hombres o hacia las mujeres. Aquellos no les suelen ser indiferentes aunque generalmente rehúyen el contacto cercano, mientras que éstas son deseadas al menos en el sentido de buscar su compañía y cariño, e incluso pueden sentirse atraídas por algunas partes de su físico en especial del pecho, pero finalmente no hay una clara inclinación por ninguna de las dos posibilidades, de manera que se suelen instalar en una atormentadora duda que las angustia, las atormenta y las paraliza.

En realidad en todo ser humano hay una cierta duda sobre su inclinación sexual al menos en la etapa de la adolescencia, en la que podríamos decir que hay un cierto "despiste erótico", nada de sorprendente si tenemos en cuenta que hasta las hormonas están en esa etapa "despistadas", ya que en los hombres puede aumentar de manera importante la cantidad relativa de hormonas femeninas mientras que en las chicas puede haber un aumento incómodo de las hormonas masculinas (en ambos sexos hay hormonas de ambos tipos). Pero en la mayoría de las personas se produce una gradual, inconsciente y tranquila inclinación hacia uno u otro sexo como centro de atracción, dependiendo sobre todo de las experiencias más tempranas y del ambiente familiar.

¿Por qué entonces algunas/os jóvenes se instalan en una permanente y atormentadora duda?

A)   Como mecanismo de defensa, por supuesto inconsciente, ante una angustia aún mayor que la que genera esta duda.
Si pudiéramos oír lo que el cerebro de estas personas piensa a nivel no consciente sería algo así: 
    
     "ya se sabe que si tienes las ideas más claras y te gustan los chicos, si sales por ahí, si antes o después alguno te atrae de manera especial, si entras en la poderosa dinámica de las relaciones chico-chica, entonces, antes o después tu familia parecerá tener una importancia relativa menor, y tú para ellos, y quizás pueda llegar a perder el apoyo de mamá, o quizás su preferencia ante mis hermanos, quizás, quizás sea mejor quedarme en este punto muerto de la duda que me atormenta pero que me protege de algo que aún me da más miedo, ser adulto".

Es decir, existe la angustiante sensación de que en caso de liberar los impulsos hacia el sexo opuesto se entraría en una dinámica que podría llevar a la persona a ser autónoma, a ser adulta, a volar del nido. En este caso la mujer no es realmente homosexual.


B) Otra causa, que perfectamente se puede dar combinada con la anterior, es el hecho de que muchas veces se desea la compañía, el consuelo, y el calor femenino, como compensación al calor femenino-maternal que no se ha recibido suficientemente. Diríamos aquí que se desea "el pecho femenino", no tanto como objeto erótico sino más bien como proveedor de afecto, de ese amor no suficientemente sentido hasta entonces, lo cual puede ser confundido con deseos homosexuales realmente inexistentes. En este caso tampoco la mujer en cuestión es homosexual.

C) Algo más fácil de comprender es el caso en el que sí existe en la persona en cuestión una inclinación homosexual, pero que la interesada no se termina de admitir, no deja que termine de aflorar porque ya se sabe que la presión social es mucha todavía en contra de los homosexuales, que pocos en la familia iban a ser capaces de admitirlo de corazón, y porque la propia interesada tiene internalizadas normas morales contra este tipo de deseos.

Esteban Cañamares
Psicólogo Clínico y Sexólogo
www.epecpsicologos.com
Madrid

No hay comentarios:

Publicar un comentario