lunes, 20 de mayo de 2013

FALTA DE DESEO SEXUAL EN PAREJAS ESTABLES

No debemos caer en la equivocación de ver los problemas sexuales, tal como la impotencia, el vaginismo, o la falta de orgasmo, como algo distinto y separado, de nuestro estado físico y de nuestro equilibrio psicológico. Al contrario, venimos al mundo dotados para tener, y programados para desear relaciones sexuales, y si en algún momento de nuestra vida no podemos, o no nos apetece tener relaciones, debemos preguntarnos ¿Qué pasa en mi psicología? ¿Cómo estoy físicamente?

Así, si de manera mantenida durante una larga temporada, no sentimos el habitual deseo por tener contactos íntimos, debemos buscar la explicación, que seguramente estará en alguno de estos apartados:


PROBLEMAS ORGÁNICOS IMPORTANTES

Que nadie te engañe; los complejos vitamínicos, los estimulantes que por docenas se anuncian para "ponerte en forma", los complejos de hierbas, y los afrodisíacos, de nada sirven.

Si se trata de un cansancio pasajero, simple y llanamente descansa.

Pero si es algo de mayor importancia, tal como un cansancio grave y mantenido, (debido por ejemplo a una anemia importante o a una avanzada hepatitis), o una alteración hormonal, por poner dos ejemplos, acude al médico. Y no dejes de hacerlo si tienes dudas del porqué de tu inapetencia sexual.


LAS OBLIGACIONES

A veces toda la atención, el total de nuestra energía, está puesta en una meta, tal como alcanzar un determinado nivel profesional, o terminar la carrera. En estos casos, nuestro cerebro solo presta atención a la información que se relaciona con este objetivo, desatendiendo los estímulos eróticos que nos rodean, concentrando el cien por cien de la energía, la atención y el tiempo, a la tan deseada meta.

Como consecuencia, las semanas y los meses van pasando sin ningún tipo de iniciativa sexual, e incluso rechazando y sintiendo como molesto, el interés del compañero por compartir el placer de acariciar y ser acariciado.

Sacrificar el ritmo de consecución de nuestros objetivos, con tal de conseguir una vida más placentera, basada en un abanico más amplio de satisfacciones, es fundamental.

Por parte de la pareja de la persona inapetente, se requiere una postura muy firme, de absoluta claridad, a la hora de exigir un mejor reparto del tiempo y del interés vital.

Otras veces lo que ocurre es justamente lo contrario, y es que ante la falta de posibilidad de satisfacer el deseo erótico, o ante la frustración sistemática de todo intento de relación, se invierten todas las energías (sublimación), en otra meta diferente a la sexual.


MIEDO A LA RELACIÓN

La falta de deseo, a veces, es un mecanismo de defensa, una forma de protegerse de una relación sexual que por algún motivo se teme, por ejemplo por alguna de estas causas:

     Vivencia de la relación sexual como incestuosa. En aquellas parejas donde la relación es más bien de tipo fraternal, familiar, donde prima el cuidado, y el trato paternal-maternal, y en las que claro está lo erótico puede vivirse a nivel inconsciente como "pecaminoso".

     Tendencias homosexuales reprimidas. Deseos ocultos hacia  personas del mismo sexo, suficientemente escondidos de la conciencia mientras que las actividades diarias nada tienen que ver con lo erótico. Aquí pues la inapetencia sirve para mantener dormidos estos deseos, pues de lo contrario adquirirían una fuerza excesiva como para ser ignorados.

     Miedo a ser atrapado en la relación, a quedar comprometido en ella, a que la pareja adquiera tal importancia que resulte luego imprescindible, y por tanto a que tenga sobre uno un poder del que luego podría abusar.


Con este tipo de causas es imprescindible una psicoterapia, es decir un proceso de comprensión, aceptación, y cambio si es necesario, de nuestras características psicológicas. En este proceso es imprescindible la actuación de un profesional de la psicología.


MONOTONÍA Y RUTINA EN LA RELACIÓN

Mucho se ha hablado de esta causa de inapetencia, a mi parecer exagerando su importancia.

Una pareja sana está en continuo cambio, haciendo frente a nuevos retos de convivencia, embarcada en nuevas aventuras vitales, y todo esto provoca deseos de fusión, de compenetración que mantienen el deseo erótico. Además porque en la medida en que algo deja de ser estimulante por repetitivo, se pone en marcha la imaginación, que si no tiene importantes trabas, crea pequeñas variaciones eróticas que rompen la monotonía.

En cualquier caso, debemos de observar que si solo existe la monotonía como causa de inapetencia, esta se referirá de cara a la propia pareja, pero deberían seguir existiendo deseos y fantasías eróticas de cara a otras personas.

El compartir viejas vivencias eróticas, sueños, fantasías, y sobre todo el ser espontáneo a la hora de disfrutar en la cama, es un buen remedio para luchar contra esta causa de inapetencia.


EL VERDADERO AFRODISÍACO

Hay algo que sí es eficaz para luchar contra la inapetencia y la monotonía sexual, que sí despierta nuestro deseo de poseer, de unirnos, a nuestra pareja, de hacer el amor. ¿Qué es? , el temer a un potencial rival, constatar que nuestro compañero/a es alguien deseable para los demás, que se cuida, que es capaz de despertar otros deseos, otras pasiones.

No se trata de ser infiel para ocasionar celos en la pareja, y que así desee acapararnos física y psicológicamente, no. Pero sí de mantener viva la llama de la conquista, de provocar un cierto estado de alerta, de obligar a que el otro valore lo que tiene; cuidándose físicamente, teniendo actividades sociales que nos pongan en contacto con otras personas, relacionándonos de manera que el otro sienta cada día la dicha de ser él/ella, y no otro, el que posee a tan deseable compañero/a. Esto estimula el deseo sexual.


Dejar hablar a la espontaneidad, y sentir la dicha de ser quien posee a un deseado compañero, son buenas armas contra la inapetencia.


SI TU CHICO/A ES INAPETENTE PARA EL SEXO:

     . No rehúyas el tema, abordarlo sin más, no te importe lo que pueda pensar de ti. Incluso aunque se sienta un poco incómodo, en el fondo agradecerá que tú trates el tema.

     . Hazle ver la necesidad de superar el problema, incluso de acudir a un médico y a un psicólogo para entender su inapetencia y superarla.

     . Procurar tener proyectos en común, ideas e ilusiones conjuntas. Hacer más amigos, un viaje, poner un negocio, etc. Solo si deseamos a nivel psicológico fundirnos con la pareja, encontraremos apasionante, sobre todo después de varios años, el juntar su cuerpo con el nuestro, penetrar en su vagina o ser penetradas por su pene.

     . Ante todo no olvides arreglarte, cuidar tu aspecto, y no te importe contarle ese piropo que siempre te echan cuando te pones el vestido que tan bien te sienta, o esa blusa que tanto te gusta.

ESTEBAN CAÑAMARES
PSICÓLOGO CLÍNICO Y SEXÓLOGO
COLEGIADO M-09659
MADRID
www.epecpsicologos.com

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