jueves, 23 de mayo de 2013

AYUDA PSICOLOGICA PARA ESQUIZOFRÉNICOS

AYUDA A ESQUIZOFRÉNICOS

Afortunadamente la medicina ha avanzado también en lo que a ayuda farmacológica para esquizofrénicos se refiere. Delirios, alucinaciones, comportamientos extravagantes, y otros síntomas son fuertemente reducidos gracias a las medicinas que debe recetar  y controlar el psiquiatra.
¿Pero a partir de ahí qué?
En muchos casos la vida de este tipo de pacientes se convierte en algo gris, constantemente encerrados en casa, preocupados por cualquier cambio de rutina, sobresaltados ante la perspectiva de tener que tomar la más pequeña decisión, muchas veces faltos de higiene, tentados de dejar la medicación, etc.
Esta situación se ve agravada cuando los padres ya son muy mayores o incluso han fallecido.
Para darles ayuda está el psicólogo de acompañamiento, que partirá de la realidad de que tras muchos años y hasta décadas de enfermedad crónica no puede “curar” al paciente pero sí hacerle la vida más llevadera, y también del reconocimiento de que la ayuda del psiquiatra debe ser regular y es absolutamente insustituible.
Ayudarle a no angustiarse ante los pequeños cambios y pequeñas decisiones que exige la vida, ayudarle a que tenga hábitos (horarios, higiene, ejercicio…) sanos y regulares, a que no descuide la medicación, ser su hombre de confianza, ser su referente cuando tenga la desgracia de perder a sus padres, etc. Es la labor del psicólogo de acompañamiento.
El psicólogo que escribe tiene la satisfacción de jugar este papel con varios pacientes aquejados de esquizofrenia desde hace muchos años, y dada que la ayuda en caso de pacientes crónicos ha de ser de muy larga duración mi costumbre es darles unas condiciones económicas muy especiales pues abonan tan sólo la mitad de lo que suelen ser mis honorarios.
Lamentablemente con frecuencia, y sobre todo cuando no cuentan con ayuda familiar, las personas aquejadas de esquizofrenia son víctimas de seudo-profesionales o de personas que teniendo la titulación apropiada no tienen la experiencia necesaria para tratar este tipo de casos, lo que les llevan a darles recomendaciones absolutamente contraproducentes, algunas de las más frecuentes son el pretender que prescindan de la medicación, que tengan sexo con profesionales, que se lancen a una vida social intensa para la que no están preparados, y otras medidas que sólo acaban por provocar brotes psicóticos con el consiguiente sufrimiento tanto del enfermo como de la familia.
Constituirse en una especie de “hermano mayor” para el paciente, pero con los conocimientos psicológicos necesarios y con la experiencia imprescindible en estos casos puede ser de gran ayuda para estos pacientes, a los que tanto se les llega a apreciar con el paso del tiempo, y una gran descarga para sus familias.

Esteban Cañamares
Psicólogo Clínico Colegiado M-09659
Profesor honorario de la U.A.M.
Madrid

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