jueves, 25 de julio de 2013

¿ESTARÉ ENAMORADO?


A veces esta duda se instala en el corazón, y en realidad es muy fácil despejarla. Pero antes de ver cómo señalemos algunos síntomas de enamoramiento que igual tienes, o no:

. Sientes que es suficiente que esté él/ella para estar bien. Da igual lo que se haga, dónde se esté. Si estamos juntos ya estoy bien

. Te duelen sus penas y preocupaciones, te alegran sus triunfos y buenas noticias.

. Tu interés por otras mujeres/hombres  es mínimo, o al menos no tan intenso como para molestarte en coquetear.

. Si eres sincero/a sientes algo de celos ante la más pequeña posibilidad de un rival (no hace falta que sean celos desbordantes y malignos)

. Si no tú al menos quienes te conocen y te tratan perciben un gesto distinto, algo diferente desde que estás con esa persona, en tu ánimo, en tu rostro…

. Mas que un tú y un yo hay un nosotros.

. Sientes que si le pierdes, la pierdes, seguramente nunca conocerás a alguien que te llene tanto.

Pero con independencia de que percibas o no todo lo anterior  hay una regla sagrada que puedes aplicar:

SI DUDO  de si estoy enamorado / a de esa persona es que NO LO ESTOY.

El estado de enamoramiento es una experiencia intensa que no deja dudas, y, al igual que pasa con sentir o no un orgasmo, si se duda es que no ha ocurrido.

ESTEBAN CAÑAMARES
PSICÓLOGO CLÍNICO Y SEXÓLOGO
PROFESOR HONORARIO DE LA UNIVERSIAD AUTÓNOMA DE MADRID
www.psicologoestebanc.webnode.es

lunes, 22 de julio de 2013

HOMOSEXUALIDAD

Excepto en las culturas clásicas griega y romana, que la contemplaron con cierta tolerancia, la homosexualidad ha sido uno de los comportamientos más condenados e incomprendidos a lo largo de la historia.
El judaísmo castigaba con la muerte a los hombres que eran sorprendidos manteniendo relaciones homosexuales.
La Iglesia Católica comenzó a condenar la homosexualidad en los escritos de San Agustín y Santo Tomás de Aquino, quienes afirmaban que los actos sexuales no destinados a la procreación eran "contra natura" (contrarios a la naturaleza), y por tanto pecado.  Además de los herejes y los brujos, los homosexuales también fueron duramente perseguidos por la Inquisición.

  A principios de los 80, cuando la homosexualidad empezaba a ser considerada con más tolerancia y comprensión, un suceso en forma de enfermedad, el SIDA, (síndrome de Inmunodeficencia adquirida) vino a deteriorar el clima de aceptación que se estaba configurando.

  NO HA PODIDO COMPROBARSE NINGUNA DIFERENCIA FISIOLÓGICA O ANATÓMICA ENTRE HETEROSEXUALES Y HOMOSEXUALES, (ya sea a nivel microscópico, macroscópico, bioquímico o endocrinológico).

  Aunque hay muchas teorías sobre el origen de la homosexualidad, ninguna de ellas es compartida por el conjunto de la comunidad de especialistas.

  Mencionaré a modo de ejemplo dos de las más conocidas.

TEORÍAS CONDUCTISTAS

  Para esta Escuela psicológica, la homosexualidad es una cuestión de aprendizaje.  Este aprendizaje está producido por las consecuencias positivas o negativas que han seguido a actividades o imaginaciones sexuales, especialmente durante la pubertad  y la adolescencia.

  La conducta homosexual es reforzada (alentada) porque el individuo ha tenido contactos placenteros y gratificantes con personas del mismo sexo, y/o porque sus relaciones heterosexuales han sido desagradables y frustrantes.  El cambio de orientación sexual en adultos también se explicaría por este mecanismo.
                                                  TEORÍAS PSICODINÁMICAS

  Consideran que en todas las personas hay tendencias tanto heterosexuales como homosexuales, y que el decantarse hacia una u otra tendencia dependerá de determinadas circunstancias.

  Como ejemplo de estas circunstancias mencionadas, y haciendo referencia a los varones, podría tratarse de las siguientes situaciones:

1) Una excesiva y predominante fijación con una figura femenina, ya se trate de la madre o de cualquier otra sustituta, puede conducir al niño a asumir las mismas actitudes e intereses que ella, incluído el gusto por los hombres.

2) Miedo a los deseos heterosexuales dirigidos inconscientemente hacia la madre, lo que produciría una gran ansiedad.  Esta ansiedad sería luego vivida con el conjunto de las mujeres, ya que todas ellas reactivarían esos deseos incestuosos, lo cual dejaría las relaciones homosexuales como las únicas posibles.

  Muy posiblemente, ni estas ni otras teorías tengan suficiente poder explicativo de la homosexualidad, siendo más correcto en mi opinión el aprovechar las diferentes aportaciones (sin olvidar también el papel de las hormonas en las etapas de desarrollo infantil) y aplicarlas en su conjunto al caso concreto y personal que queramos entender.

  Debemos rápidamente hacer la distinción entre la homosexualidad ego-sintónica, es decir, la aceptada por el individuo y que no le causa malestar, ni por tanto deseos de cambiar, y la homosexualidad ego-distónica, es decir, la no aceptada por la persona y que por lo tanto le genera malestar y deseos de cambio.  Sólo en este último caso puede ser objeto de atención por parte de un especialista.

Esteban Cañamares
Psicólogo Clínico y Sexólogo
Colegiado M-09658
Madrid
www.psicologoestebanc.webnode.es

INAPETENCIA SEXUAL

                             
No debemos caer en la equivocación de ver los problemas sexuales, tal como la impotencia, el vaginismo, o la falta de orgasmo, como algo distinto y separado, de nuestro estado físico y de nuestro equilibrio psicológico. Al contrario, venimos al mundo dotados para tener, y programados para desear relaciones sexuales, y si en algún momento de nuestra vida no podemos, o no nos apetece tener relaciones, debemos preguntarnos ¿Qué pasa en mi psicología?  ¿Cómo estoy físicamente?

Así, si de manera mantenida durante una larga temporada, no sentimos el habitual deseo por tener contactos íntimos, debemos buscar la explicación, que seguramente estará en alguno de estos apartados:


PROBLEMAS ORGÁNICOS IMPORTANTES

Que nadie te engañe; los complejos vitamínicos, los estimulantes que por docenas se anuncian para "ponerte en forma", los complejos de hierbas, y los afrodisíacos, de nada sirven.

Si se trata de un cansancio pasajero, simple y llanamente descansa.

Pero si es algo de mayor importancia, tal como un cansancio grave y mantenido, (debido por ejemplo a una anemia importante o a una avanzada hepatitis), o una alteración hormonal, por poner dos ejemplos, acude al médico. Y no dejes de hacerlo si tienes dudas del porqué de tu inapetencia sexual.


LAS OBLIGACIONES

A veces toda la atención, el total de nuestra energía, está puesta en una meta, tal como alcanzar un determinado nivel profesional, o terminar la carrera. En estos casos, nuestro cerebro solo presta atención a la información que se relaciona con este objetivo, desatendiendo los estímulos eróticos que nos rodean, concentrando el cien por cien de la energía, la atención y el tiempo, a la tan deseada meta.

Como consecuencia, las semanas y los meses van pasando sin ningún tipo de iniciativa sexual, e incluso rechazando y sintiendo como molesto, el interés del compañero por compartir el placer de acariciar y ser acariciado.

Sacrificar el ritmo de consecución de nuestros objetivos, con tal de conseguir una vida más placentera, basada en un abanico más amplio de satisfacciones, es fundamental.

Por parte de la pareja de la persona inapetente, se requiere una postura muy firme, de absoluta claridad, a la hora de exigir un mejor reparto del tiempo y del interés vital.

Otras veces lo que ocurre es justamente lo contrario, y es que ante la falta de posibilidad de satisfacer el deseo erótico, o ante la frustración sistemática de todo intento de relación, se invierten todas las energías (sublimación), en otra meta diferente a la sexual.


MIEDO A LA RELACIÓN

La falta de deseo, a veces, es un mecanismo de defensa, una forma de protegerse de una relación sexual que por algún motivo se teme, por ejemplo por alguna de estas causas:

     Vivencia de la relación sexual como incestuosa. En aquellas parejas donde la relación es más bien de tipo fraternal, familiar, donde prima el cuidado, y el trato paternal-maternal, y en las que claro está lo erótico puede vivirse a nivel inconsciente como "pecaminoso".

     Tendencias homosexuales reprimidas. Deseos ocultos hacia  personas del mismo sexo, suficientemente escondidos de la conciencia mientras que las actividades diarias nada tienen que ver con lo erótico. Aquí pues la inapetencia sirve para mantener dormidos estos deseos, pues de lo contrario adquirirían una fuerza excesiva como para ser ignorados.

     Miedo a ser atrapado en la relación, a quedar comprometido en ella, a que la pareja adquiera tal importancia que resulte luego imprescindible, y por tanto a que tenga sobre uno un poder del que luego podría abusar.


Con este tipo de causas es imprescindible una psicoterapia, es decir un proceso de comprensión, aceptación, y cambio si es necesario, de nuestras características psicológicas. En este proceso es imprescindible la actuación de un profesional de la psicología.


MONOTONÍA Y RUTINA EN LA RELACIÓN

Mucho se ha hablado de esta causa de inapetencia, a mi parecer exagerando su importancia.

Una pareja sana está en continuo cambio, haciendo frente a nuevos retos de convivencia, embarcada en nuevas aventuras vitales, y todo esto provoca deseos de fusión, de compenetración que mantienen el deseo erótico. Además porque en la medida en que algo deja de ser estimulante por repetitivo, se pone en marcha la imaginación, que si no tiene importantes trabas, crea pequeñas variaciones eróticas que rompen la monotonía.

En cualquier caso, debemos de observar que si solo existe la monotonía como causa de inapetencia, esta se referirá de cara a la propia pareja, pero deberían seguir existiendo deseos y fantasías eróticas de cara a otras personas.

El compartir viejas vivencias eróticas, sueños, fantasías, y sobre todo el ser espontáneo a la hora de disfrutar en la cama, es un buen remedio para luchar contra esta causa de inapetencia.


EL VERDADERO AFRODISÍACO

Hay algo que sí es eficaz para luchar contra la inapetencia y la monotonía sexual, que sí despierta nuestro deseo de poseer, de unirnos, a nuestra pareja, de hacer el amor. ¿Qué es? , el temer a un potencial rival, constatar que nuestro compañero/a es alguien deseable para los demás, que se cuida, que es capaz de despertar otros deseos, otras pasiones.

No se trata de ser infiel para ocasionar celos en la pareja, y que así desee acapararnos física y psicológicamente, no. Pero sí de mantener viva la llama de la conquista, de provocar un cierto estado de alerta, de obligar a que el otro valore lo que tiene; cuidándose físicamente, teniendo actividades sociales que nos pongan en contacto con otras personas, relacionándonos de manera que el otro sienta cada día la dicha de ser él/ella, y no otro, el que posee a tan deseable compañero/a. Esto estimula el deseo sexual.


Dejar hablar a la espontaneidad, y sentir la dicha de ser quien posee a un deseado compañero, son buenas armas contra la inapetencia.


SI TU CHICO/A ES INAPETENTE PARA EL SEXO:

     . No rehúyas el tema, abordarlo sin más, no te importe lo que pueda pensar de ti. Incluso aunque él se sienta un poco incómodo, en el fondo agradecerá que tú trates el tema.

     . Hazle ver la necesidad de superar el problema, incluso de acudir a un médico y a un psicólogo para entender su inapetencia y superarla.

     . Procura tener proyectos en común, planes en los que entre él, ideas e ilusiones conjuntas que estimulen su deseo de fusión, de entrar dentro de ti. Solo si deseamos a nivel psicológico fundirnos con la pareja, poseerla y ser poseídos, encontraremos apasionante, sobre todo después de varios años el juntar su cuerpo con el nuestro, penetrar en su vagina o ser penetradas por su pene,

     . Ante todo no olvides arreglarte, cuidar tu aspecto, y no te importe contarle ese piropo que siempre te echan cuando te pones el vestido que tan bien te sienta, o esa blusa que tanto te gusta.

ESTEBAN CAÑAMARES
PSICÓLOGO CLÍNICO Y SEXÓLOGO
COLEGIADO M-09659
MADRID
www.psicologoestebanc.webnode.es

lunes, 8 de julio de 2013

MEDIDAS ANTIINFIDELIDAD

¿Hay algún truco o alguna estrategia para evitar, en la medida de lo posible, que nuestra pareja sea infiel? El Psicólogo clínico y Sexólogo Esteban Cañamares te da doce claves para que no caiga en la tentación.

Todos estamos tentados en algún momento por alguien que se nos presenta, ante nuestra fantasía, como fuente insaciable de satisfacciones, como una potencial pareja de juegos sexuales, como un estímulo nuevo, como una manera novedosa de relación. Todos tenemos evidentes o escondidas tentaciones de ser infiel, pero todos tenemos también el deseo de que nuestra pareja no lo sea respecto de nosotros.

Para minimizar la probabilidad de que nuestra pareja nos sea infiel doy a continuación unos elementales consejos:

1. PROCURE TENER SIEMPRE CON SU PAREJA UNA META COMÚN POR ALCANZAR.
Una batalla que librar codo a codo entre ambos estimulará, en ambos, el deseo de conservar la relación, de cuidarla, y de centrarse en aquello que pueda ser provechoso. La batalla puede adoptar muchas formas distintas. Poner un negocio que llevaran entre los dos, sacar adelante a un hijo con especiales problemas, realizar el viaje que siempre a ambos ilusionó, conseguir poseer una vivienda en propiedad, recuperar la amistad de aquella pareja que hace tiempo no vemos, y un larguísimo etcétera. Evidentemente, y a efectos de conseguir una mas estrecha unión de pareja de manera que no pueda entrometerse otra persona, cuanto más vital y emocionante sea la meta común a conseguir mucho mejor.

2. NO RECHAZE SIN MÁS LAS NUEVAS EXPERIENCIAS SEXUALES QUE PROCEDAN DE SU PAREJA.
Esto no quiere decir que tenga que admitir todo cuanto él o ella desee, pero sí que no lo rechace de antemano, que procure experimentar, y que no califique de degenerado o inadmisible algo por lo que su pareja demuestra alguna curiosidad. Unas relaciones sexuales gratificantes son una magnífica baza contra la infidelidad.


3. DE VEZ EN CUANDO HAGAN JUNTOS BALANCE DE LA RELACIÓN. Una exposición sincera de qué gusta más y qué gusta menos de la convivencia o simplemente de las actitudes del otro. Naturalmente esto hay que hacerlo con ánimo constructivo, nunca como quien ataca o descalifica al otro. “Me sigue encantando como te preocupas de mí, pero noto que no admites con naturalidad que me relacione con mis hermanos” por poner un simple ejemplo, debe ser un tipo de frase que se pueda pronunciar y escuchar con naturalidad. Quién tiene la sensación de que su relación de pareja tiene aún posibilidades de mejora tiene menores tentaciones de infidelidad.


4. NO DEJE DE PIROPEAR A SU PAREJA.
Las ocasiones para hacerlo con toda sinceridad pueden ser muchas. Todos buscamos halagos, inyecciones de autoestima; mejor encontrarlas en casa.


5. INTERESESE DE CORAZÓN POR SUS COSAS.
Sus asuntos profesionales, académicos, los relacionados con su familia de origen, etc. No debemos limitarnos a tratar las cuestiones que son de interés directo para ambos, aquello que a él o ella le interesa debe ser en alguna medida de interés propio. Una vez más se trata de darle aquello que sin duda necesita.


6. SORPRENDA A SU PAREJA.
No se limite a ser generoso y atento en días claves como su cumpleaños, o el día del aniversario. Un regalo inesperado, un detalle no habitual ... Este comportamiento además de estimular uno similar hacia usted, facilitará que su atención se centre en lo que ya tiene y no tanto en lo que no.


7. JAMÁS INTENTE BOICOTEAR LAS FORMAS DE DESARROLLO PERSONAL QUE SU PAREJA TENGA AL MARGEN DE USTED.
Participar en un equipo deportivo, militar en un partido político, mantener la costumbre de jugar una partida de dominó con los viejos compañeros de clase, ... no es algo que facilite la infidelidad, sino al contrario algo que sirve para la estabilidad personal, y para confabular el miedo a estar limitado en y por la pareja.


8. OBSERVE
Siempre que ocurra un cambio vital en su vida o en la de su pareja, dedique un tiempo a meditar cómo y en qué medida esto puede cambiar la relación entre ustede. No importa que el cambio en cuestión nada tenga que ver con las relaciones entre usted y su cónyuge. Temas como la muerte de uno de sus progenitores (de usted), como su jubilación, el matrimonio de un hijo, la enfermedad de un hermano (de su pareja) etc. son aspectos que parecen no tener nada que ver con las relaciones entre ustedes, pero que a veces de manera indirecta pueden alterar cuestiones básicas. La muerte de sus padres, su jubilación, o el matrimonio de su hijo, por seguir con los mismos ejemplos, podrían alterar la cantidad de tiempo libre de que usted dispone, o su disposición para salir y divertirse, con las consecuencias de pareja que esto pueda tener. En una relación de convivencia todo, absolutamente todo, en mayor o menor grado está relacionado, por lo que es recomendable pararnos a detectar las consecuencias indirectas para quien comparte con nosotros la vida.


9. NO OLVIDE QUE LAS PERSONAS ESTAMOS EN CONTINUO CAMBIO.

No olvide esto ni en el terreno sexual, ni en cuanto al ocio se refiere, ni respecto a cualquier otro apartado de la relación entre ustedes. No son infrecuentes los casos de personas que han evolucionado sin que quien está a su lado sea capaz de detectarlo. Si su pareja cambia con el paso del tiempo y usted no se percata de ello no podrá adaptarse en alguna medida a esos cambios, lo que producirá insatisfacciones que puede querer calmar fuera de la pareja. Así no es infrecuente encontrar quien ansía conocer gente y ambientes nuevos, por más que en el pasado fuera una persona sin estos impulsos, o quien necesita estímulos intelectuales aunque anteriormente no tuviera inquietudes a este nivel, etc.


10. VALORE A SU PAREJA
Todos necesitamos ser valorados, aplaudidos, queridos. Esta necesidad de aprecio debe estar saciada, naturalmente usted tiene derecho a igual trato por su parte. Ambos tienen aspectos dignos de ser valorados positivamente, crear un círculo vicioso de gratificaciones y contra gratificaciones es además de muy placentero una buena medida anti infidelidad.

12. NO DESCUIDE SU FISICO
Siempre podrá estar más atractivo / a cuidándose que si no lo hace. Es más, no deje de darle a su pareja información de aquellos piropos, miradas de interés, u otros comportamientos semejantes de los demás que pueda recibir. No hay nada mas afrodisíaco y que estimule más el deseo de no perder a la pareja que el notar que ésta es deseable para los demás. Naturalmente esto no quiere decir que vaya provocando malestar y celos en su compañero / a, pero sí que él o ella se den cuenta de que usted es “alguien” deseable para los demás y por tanto alguien “a cuidar”.

DICHO TODO LO ANTERIOR, SI SE PRODUCE LA TEMIDA INFIDELIDAD, EL RESPONSABLE SERÁ EL INFIEL, NO SU PAREJA

ESTEBAN CAÑAMARES
Psicólogo Clínico y Sexólogo
colegiado M09659
Madrid

lunes, 1 de julio de 2013

DIVORCIO

DIVORCIO… ¿CUÁL ES LA CAUSA PRINCIPAL?

El autor está convencido de que en la mayor parte de los casos de separación y divorcio lo que está detrás es simple y llanamente un cambio en las necesidades inconscientes de uno o ambos miembros de la pareja. (Véase el libro del autor Te Quiero Yo Tampoco (Cómo elegimos pareja) (Editorial Arcopress) Eso sí, sus protagonistas no son conscientes de ello en la mayoría de los casos, más al contrario la insatisfacción producto de los cambios profundos suelen dar lugar a críticas exageradas al otro, contra críticas también exageradas, actitudes “pasotas” respecto de la pareja, dificultades sexuales de alguno de ellos... hasta llegar a comportamientos realmente rechazables que serán los que aparentemente justifiquen, ante los protagonistas y quienes les conocen, la ruptura de pareja.

La intervención de un profesional especializado en estos temas suele tener al menos un resultado positivo, el de que si se produce la ruptura sus protagonistas no caigan en una maniquea historia de buenos y malos que les haga aún más difícil la siempre dolorosa separación. El beneficio para los hijos en este caso es evidente, ya que marido y mujer podrán seguir colaborando como padres en lugar de presentar al otro como “él / la culpable” ante sus descendientes.

Reconocer que la vida nos ha cambiado y llevado por caminos distintos, que ya no se comparten suficientes cosas, que el amor se ha terminado o mejor dicho que ya sólo es un amor producto de lo vivido juntos, un amor como el que se procesa a un amigo o a una amiga, que el otro no es la persona que necesitamos para sentirnos bien, es difícil, pero mucho menos cruento y sobre todo mucho más real que pensar que el otro es una persona impresentable.

Parece evidente que en una sociedad tan cambiante como la actual, que tiene poderosísimos medios de comunicación individuales y colectivos y por tanto que brinda tantas oportunidades para entrar en contacto con nuevas ideas y nuevas formas de tomarse la vida, que tiene tantas diferentes opciones para ser hombre y para ser mujer, una sociedad en definitiva que brinda a las personas tantísimas posibilidades para triunfar o fracasar, pero en definitiva tantas oportunidades para cambiar, es caldo de cultivo para que las personas experimenten cambios en sus características psicológicas y para que aún no siendo así tropiecen con seres humanos que satisfagan de una manera más perfecta sus necesidades más profundas.

La inestabilidad de pareja, y por tanto de familia, es uno de los tributos que pagamos por tener esta sociedad tan abierta y cambiante, ¿quién tiene la culpa de ello?

ESTEBAN CAÑAMARES
Psicólogo Clínico y Sexólogo
Madrid
www.psicologoestebanc.webnode.es